Las mejores pipetas de LABORATORIO

Precisión y exactitud:

Uno de los factores más importantes al elegir una pipeta es su capacidad para dispensar volúmenes de forma precisa y exacta. Una buena pipeta debe ofrecer una desviación mínima entre el volumen seleccionado y el volumen real dispensado, ya que cualquier variación afecta significativamente los resultados experimentales. Es recomendable revisar las especificaciones del fabricante respecto al margen de error y a las certificaciones de calibración.

Rango de volumen:

El rango de volumen determina la versatilidad de la pipeta. Existen pipetas fijas y ajustables; las ajustables permiten cubrir diferentes volúmenes con una sola herramienta, lo cual es práctico y económico. Es importante elegir una pipeta cuyo rango se ajuste a las necesidades del trabajo habitual, por ejemplo, micropipetas de 0.1–2.5 µl para biología molecular, o de 1000–5000 µl para trabajos con volúmenes mayores.

Comodidad y ergonomía:

El uso prolongado de pipetas provoca fatiga o incluso lesiones por esfuerzo repetitivo, especialmente en entornos con alta carga de trabajo. Por ello, es esencial que la pipeta tenga un diseño ergonómico, sea ligera, con un gatillo de baja resistencia y una empuñadura cómoda. Esto mejora la eficiencia del trabajo y cuida la salud del usuario.

Compatibilidad con puntas:

La pipeta debe ser compatible con puntas estándar o específicas según el uso. Una mala adaptación entre pipeta y punta genera imprecisión en la dispensación y riesgos de contaminación. Asegurarse de que haya disponibilidad de puntas adecuadas y, preferiblemente, que la pipeta sea compatible con múltiples marcas, aumenta su funcionalidad y reduce costes a largo plazo.

Facilidad de limpieza y esterilización:

En laboratorios donde la higiene es crítica, como los de microbiología o biomedicina, es fundamental que la pipeta sea fácil de limpiar y preferiblemente totalmente autoclavable. Esto permite esterilizarla sin desmontar sus piezas, reduciendo el riesgo de contaminación cruzada y alargando su vida útil sin comprometer la seguridad de los experimentos.

Durabilidad y calidad de materiales:

Una buena pipeta debe estar fabricada con materiales resistentes a productos químicos y al uso intensivo. La calidad de sus componentes internos influye directamente en su vida útil y en la fiabilidad de los resultados. Elegir marcas reconocidas o con garantía de calidad es una inversión más rentable a largo plazo.